
Un legado cinematográfico y musical
El documental dirigido por Martin Scorsese sobre The Rolling Stones resulta una obra llamada a perdurar
Shine a Light (Estados Unidos/2008). Dirección: Martin Scorsese. Con Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood. Fotografía: Robert Richardson. Edición: David Tedeschi. Documental musical presentado por Distribution Company. Duración: 122 minutos. Apta para todo público.
Nuestra opinión: muy buena
No es la primera vez que un concierto de los Rolling Stones llega a la pantalla grande -entre los registros más recordados figuran Gimme Shelter (1970), de los míticos Albert y David Maysles, y Let s Spend the Night Together (1983), de Hal Ashby-, pero más allá de los méritos artísticos o del valor histórico de esos y otros documentales, no hay dudas de que Shine a Light quedará para la posteridad como el gran legado cinematográfico-musical de la legendaria banda británica.
Cinéfilo y melómano de infatigable labor en la recuperación, conservación, reivindicación y difusión de la historia del cine y de la música (en este rubro concibió joyas como El último vals , sobre la despedida de The Band; varios trabajos sobre el blues como productor y/o director, y No Direction Home , sobre Bob Dylan), Martin Scorsese ha conseguido un documento audiovisual de enorme calidad técnica y artística, que consigue captar y transmitir en toda su dimensión la energía, el placer y las múltiples facetas de una banda tan veterana e incansable como él. Rodada en fílmico, con 17 cámaras, durante dos jornadas, y con el histórico y hermoso teatro Beacon de Manhattan como ámbito inmejorable, Shine a Light ofrece durante sus poco más de dos horas una veintena de temas completos -divididos entre los clásicos de siempre y verdaderas rarezas, como "As Tears Go By", que casi nunca tocaron en vivo y que popularizó Marianne Faithfull- que van desde el rock furioso hasta la balada desgarradora, pasando por el rhythm & blues, el blues a lo Muddy Waters (la hermosa "Champagne & Reefer", con el gran Buddy Guy como invitado en voz y guitarra) y hasta el country ("Far Away Eyes") Scorsese, que aparece en pantalla al comienzo y al final de la película como un ser tan neurótico, perfeccionista y obsesivo hasta lo risible que nada tiene que envidiarle a otro neoyorquino como Woody Allen, se rodeó para esta proeza cinematográfica y musical de un seleccionado integrado por varios de los mejores directores de fotografía del mundo (cada uno supervisó el trabajo de una cámara), como Robert Richardson ( El aviador ), que concibió el proyecto en términos visuales; John Toll ( La delgada línea roja ); Andrew Lesnie ( El señor de los anillos ); Stuart Dryburgh ( La lección de piano ); Robert Elswit ( Petróleo sangriento ); Emmanuel Lubezki ( El Nuevo Mundo ), y Ellen Kuras ( Eterno resplandor de una mente sin recuerdos ).
La película, que arranca con Scorsese y Mick Jagger discutiendo por teléfono desde distintos lugares del mundo la lista de temas a tocar y otros detalles de los conciertos y la película, muestra luego la trastienda del show (la potencia lumínica para la filmación fue tan grande que el director pide "no quemar vivo a Mick") y, aunque prioriza claramente el show y la figura tan histriónica como seductora de Jagger, ofrece varias perlas del archivo, especialmente apariciones televisivas de los primeros años de la banda, que sirven para resumir parte de la historia y para demostrar que el grupo no ha perdido nada de la mística, la frescura y las búsquedas de sus inicios.
En una entrevista de
Algunos podrán cuestionar la elección de ciertos invitados (aparecen desde Jack White hasta Cristina Aguilera) o la inclusión como maestro de ceremonias de un muy cholulo Bill Clinton junto con su familia, que quedan bastante ridiculizados, pero a la hora de poder apreciar como nunca antes, con un sonido impecable y con una capacidad única para registrar todo tipo de detalles, la majestuosidad de los Stones en vivo, Shine a Light resulta una obra llamada a perdurar.
L.A. Blues: no la llamaría "documental", simplemente película de rock.